29 marzo 2017

Esta soy yo el día que cumplo 26 años


Me llamo Anna y hoy cumplo 26 años. Soy una hija, hermana, prima, sobrina y pronto seré la tía postiza de una niña. Mi prima espera un bebé y, como no tiene hermanos, me he autoproclamado tía. Y no puedo esperar a conocerla. 

También soy una amiga y la pareja de un chico maravilloso. Sigo siendo Gryffindor, aunque últimamente tengo muy latente mi vena Slytherin. Siempre he sido muy ambiciosa, y este último año he decidido dejar de ocultarlo. 

También sigo siendo extremadamente sensible, lloro por todo. Soy muy testaruda, soñadora y conductora. De hecho, en 2016 descubrí que sorprendentemente me gusta mucho conducir (aunque no tenga muchas ocasiones para sacar a pasear el coche).

Este año, además, soy editora de libros. Es el trabajo con el que llevo soñando —y por el que llevo preparándome y estudiando— durante años, y el hecho de haberlo conseguido me llena de felicidad, incluso si eso implica que desde que tengo este cargo prácticamente no leo nada por placer. 

Cuando era pequeña decía que a los 26 años sería rica y famosa. Hoy pienso en ello y no puedo hacer otra cosa que reírme, porque es evidente que no soy ni una cosa ni la otra. A pesar de ello, pienso en mi vida en estos momentos y me siento muy afortunada. Por muchas cosas. Es decir, que soy muy afortunada: por haber nacido donde he nacido, en la familia que he nacido… pero eso no quita que a veces sea complicado sentirlo. Pero hoy sí. Hoy me siento afortunada. 

Y esta soy en 2017.


Esta entrada está inspirada en los vídeos originalmente creados por Eric's Every New Day, que consisten en explicar la concepción que uno tiene de sí mismo. Esta soy yo en 2017, pero también podéis encontrar vídeos con mis Self Image de 2015 y 2016.

25 marzo 2017

¿Es demasiado tarde para hablar de mis lecturas favoritas del 2016?


Oficialmente, Goodreads me dice que en 2016 leí 25 libros. La realidad es que leí mucho más de manera extraoficial para el trabajo. Eso hace que superara con creces el número de lecturas del año anterior y, sin embargo, tengo la sensación de que 2015 fue un año mucho mejor en cuanto a libros. Eso no quiere decir que en 2016 no encontrara magníficas lecturas, pero sí es cierto que 2015 fue un año de muy gratos descubrimientos. Por poner un ejemplo, fue el año de Expiación (y de la increíble resaca lectora que me dejó ese libro).

En cualquier caso, 2016 también me trajo nuevos autores y otras grandes joyas, de las que hoy os quiero hablar.

La pasión, de Jeanette Winterson. Leer a Jeanette Winterson siempre resulta una experiencia muy enriquecedora. La descubrí en 2014 con La niña del faro y desde el primer momento supe que se iba a convertir en una autora de referencia para mí. Su escritura es muy rica en matices e inteligente, pero si hay algo que me cautiva de manera especial de sus obras es su habilidad por dotarlas de esa familiar esencia de los cuentos clásicos.

Mansfield Park, de Jane Austen. Qué queréis que os diga, yo me río mucho cuando leo a Jane Austen. Mansfield Park era la última novela que me quedaba por leer de la autora (al menos de las obras que tiene concluidas) y me dio cierta pena acabarla. ¿Me miraréis muy mal si digo que Mansfield Park me pareció maravillosamente telenovelesca? Pues eso.

Salt to the Sea, de Ruta Sepetys (hice una entrada en la que hablaba en más profundidad de la obra). Otra autora que nunca me decepciona. De hecho, Salt to the Sea me pareció su mejor novela hasta la fecha. Ruta Sepetys nos descubre en sus novelas importantes sucesos que parecen haber sido olvidados por la Historia. Personalmente, me gusta mucho el contraste de la crudeza de lo que nos cuenta con la dulzura de su pluma.

Y eso fue lo que pasó, de Natalia Ginzburg. Es el primer libro que leo de la autora, pero sé que no será el último (de hecho, Las pequeñas virtudes ya me está esperando en la estantería). Como ya avanza la sinopsis, esta es la desgarradora historia de amor desesperado de una mujer que durante años ha soportado la infidelidad de su marido.

Veinticuatro horas en la vida de una mujer, de Stefan Zweig. Es sencillamente increíble la complejidad y la profundidad con las que Zweig puede dotar a sus historias en apenas cien páginas. Todo un maestro. Es el segundo libro que leo de él (el primero fue Carta de una desconocida), y ya tengo ganas de hacerme con el resto (en mi estantería ya tengo también Clarissa y Mendel el de los libros).

Las chicas, de Emma Cline. Menudo fenómeno ha creado Emma Cline con su primera novela. La fajita rezaba «El debut más salvaje, magnético y perturbador en muchos años» y verdaderamente creo que esos tres adjetivos son los que mejor pueden calificar esta historia. Es una obra que me cautivó y horrorizó (en el buen sentido) a partes iguales.


¿Cuáles fueron vuestras mejores lecturas del año pasado? ¿Me recomendáis alguna en especial?